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miércoles, 18 de enero de 2017




Historia de las monedas IV: El dólar canadiense
    
Origen histórico del dólar canadiense

Cuando Canadá decidió utilizar el dólar como moneda común a principios del s. XIX, el uso del dólar estadounidense ya se había normalizado. Y es que la historia del dólar canadiense transcurre a la par que la historia territorial de la actual Canadá.

Durante el siglo XVIII Canadá presentaba una economía ineficiente por la falta de una moneda estándar y las diferencias de valor entre las distintas monedas puestas en circulación por las colonias pertenecientes a la denominada Norteamérica británica, que entorpecieron indudablemente las relaciones comerciales entre ellas.

La región canadiense que conforma la actual Québec fue la primera que favoreció el uso del dólar, mientras que las colonias vinculadas históricamente al Reino Unido no fueron tan partidarias desde un principio. Finalmente, la provincia de Canadá declaró que todas las transacciones se harían en dólares el 1 de enero de 1858 y se produjo la primera emisión de dólares canadienses.

No fue hasta 1871, mediante una ley de unificación monetaria, cuando el dólar canadiense sustituyó finalmente a las distintas monedas de curso legal de las diversas provincias de Canadá.

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En los billetes de 20 dólares canadienses aparece la Reina Isabel II de Inglaterra como la cabeza del estado canadiense, con su monograma sobrepuesto con la corona de St. Edward. Fuente: huffingtonpost.ca

El símbolo del dólar canadiense

Al igual que en Estados Unidos, el dólar canadiense también es conocido con el símbolo “$”, aunque para diferenciarlo del estadounidense a veces lo podemos ver representado con el símbolo “C$”. El código ISO 4217 para denominar al dólar canadiense es CAD.

Las monedas y billetes canadienses

Las monedas canadienses (de 5, 10, 25 y 50 centavos, 1 y 2 dólares) son emitidas por la Real Casa de la Moneda Canadiense mientras que los billetes (de 5, 10, 20, 50, y 100 dólares) los emite el Banco de Canadá. Tanto las monedas como los billetes imprimen sus inscripciones en inglés y francés, las dos lenguas oficiales del país.


Los canadienses utilizan términos coloquiales para denominar sus monedas. Así, la moneda de 1 dólar es un loonie y la moneda de 2 dólares es un toonie. A la moneda de 25 céntimos la conocen como quarter, la de 10 como dime, la de 5 como nickel y a la de 1 céntimo, que ya se dejó en acuñar a partir del año 2013, la conocen como penny.



El dólar canadiense es la moneda oficial de Canadá y está en curso en este país desde 1858, año en que se declaró que todas las cuentas se harían en esa moneda.

Orígenes e historia del dólar canadiense
Canadá decidió usar el dólar en lugar de la libra esterlina británica a causa de la difusión del llamado dólar español o peso en Norteamérica durante el siglo XVIII y principios del XIX, y a causa de la generalización del dólar estadounidense. La región de la actual Québec, en particular, favoreció el uso del dólar (el Banco de Montreal emitió billetes de dólares en 1817), mientras que las colonias atlánticas, que tenían unos vínculos más fuertes con el Reino Unido, no eran tan partidarias.
La provincia de Canadá declaró que todas las cuentas se harían en dólares el 1 de enero de 1858, y ordenaron la emisión de los primeros dólares canadienses oficiales ese mismo año. Las colonias, que al poco tiempo se unirían en la Confederación Canadiense, adoptaron progresivamente un sistema decimal en los años siguientes.

Finalmente, el gobierno aprobó la Uniform Currency Act (Ley de unificación monetaria) en abril de 1871, que sustituía las monedas de las diversas provincias por un dólar canadiense común a todas. El patrón oro fue abolido definitivamente el 10 de abril de 1933.
Billetes y monedas del dólar canadiense en uso

Actualmente, están en circulación billetes de 5, 10, 20, 50 y 100 dólares.


En cuanto a las monedas, las hay de 1, 5, 10, 25 y 50 centavos, 1 y 2 dólares.



Las 100 mejores empresas para trabajar en Canadá.
Todos queremos un buen ambiente de trabajo, por eso hemos querido compartir con ustedes un listado con las páginas de empleo de las empresas consideradas como las 100 mejores para trabajar en Canadá:

Accenture Inc.
Adobe Systems Canada Inc.
Agriculture Financial Services Corporation
Agrium Inc.
Alberta-Pacific Forest Industries Inc.
AMEC Americas Limited
Bank of Canada
Bayer Inc.
BC Public Service
Bennett Jones LLP
BMO Financial Group
Bombardier Aerospace
British Columbia Liquor Distribution Branch
Business Development Bank of Canada
Cameco Corporation
Canadian Security Intelligence Service
Capital District Health Authority
Carswell, div. of Thomson Reuters Canada Ltd.
Catholic Children’s Aid Society of Toronto
Cementation Canada Inc.
Ceridian Canada Ltd.
Certified General Accountants Assoc. of Canada
College of Physicians and Surgeons of Ontario
Compass Group Canada
Dalhousie University
Deeley Harley-Davidson Canada
Desjardins, Mouvement des caisses
Diavik Diamond Mines Inc.
Digital Extremes Ltd.
EllisDon Corporation
Enbridge Inc.
Fairmont Hotels & Resorts
General Motors of Canada Limited
Georgian College
Goldcorp Inc.
Golder Associates Ltd.
Great Little Box Company Ltd., The
High Liner Foods Inc.
Hospital for Sick Children, The
HP Advanced Solutions Inc.
Human Resources & Skills Development Canada
ISM Canada
Johnson Inc.
KPMG LLP
Kraft Foods Canada
L’Oréal Canada Inc.
Ledcor Group of Companies
Loblaw Companies Limited
Magna Electric Corporation
Manitoba Hydro
Manitoba Lotteries Corporation
Manulife Financial Corporation
Mars Canada Inc.
McGill University
Medtronic of Canada Ltd.
Molson Coors Canada
Mountain Equipment Co-op
National Energy Board
NB Power Holding Corporation
Nexen Inc.
Next Level Games Inc.
Nuance Communications Canada Inc.
Office of the Auditor General of Canada
OMNI Health Care Ltd.
Ontario Public Service
OpenText Corporation
Ottawa, City of
Pfizer Canada Inc.
PricewaterhouseCoopers LLP
Procter & Gamble Inc.
Rescan Environmental Services Ltd.
Royal Bank of Canada
SAS Institute (Canada) Inc.
Saskatchewan Government Insurance
SaskTel
Shell Canada Limited
Siemens Canada Limited
Simon Fraser University
St. Joseph’s Healthcare Hamilton
Stantec Consulting Ltd.
Statistics Canada
Stikeman Elliott LLP
Stryker Canada Inc.
Sunnybrook Health Sciences Centre
TD Bank Group
Telus Corporation
Toronto Hydro Corporation
Toronto International Film Festival
Toyota Motor Manufacturing Canada Inc.
Union Gas Limited
University of Toronto
Vancouver City Savings Credit Union
Vancouver Island Health Authority
WestJet Airlines Ltd.
Winnipeg Airports Authority Inc.
Workers’ Compensation Board of Nova Scotia
World Vision Canada
Xerox Canada Inc.
Yellow Pages Group Co.

Yukon Hospital Corporation


¿Cómo son los canadienses?
Los canadienses provienen de diversos orígenes culturales, raciales y religiosos. En la identidad colectiva de la nación sobresalen las idiosincrasias de los tres pueblos fundadores: los indígenas, los franceses y los británicos.
La sociedad actual es en gran parte el legado de las civilizaciones cristianas de habla francesa e inglesa que colonizaron la región. Francia e Inglaterra transmitieron las instituciones jurídicas y democráticas y los valores universales de justicia, igualdad y supremacía de la ley.
Adicionalmente, las sucesivas oleadas de inmigrantes provenientes de todas partes del mundo han aportado una variedad étnica y cultural que hoy permite definir a Canadá como una nación multicultural, abierta y tolerante, que celebra la diversidad y reconoce la abundancia multiétnica como un rasgo definitorio de su identidad nacional.
En consecuencia, el estilo de vida canadiense favorece el derecho de todos los ciudadanos de diferentes orígenes a expresar y compartir sus creencias, tradiciones y hábitos.
Sin embargo, Canadá posee valores, principios y tradiciones fundamentales que guían el comportamiento de sus nacionales y cuyo respecto y seguimiento constituyen un deber de todos los ciudadanos.

• Justicia, tolerancia y respeto
Tres valores de suma importancia en la sociedad canadiense. Resulta inaceptable cualquier tipo de discriminación fundamentada en la raza, la edad, le religión, la etnia, la orientación sexual o alguna discapacidad física o mental. La discriminación está prohibida además en el ámbito del trabajo, en especial en las ofertas de empleo, el proceso de contratación y las condiciones laborales. Los canadienses se esfuerzan por tratar a todos con equidad y justicia. La dignidad de las personas está bien establecida en las leyes y las tradiciones del país. La ley prohíbe el acoso bajo todas sus formas.

• Igualdad de oportunidades e igualdad de géneros
Los canadienses creen en la igualdad como valor supremo. Todas las personas son iguales ante la ley y tienen el mismo derecho a ser protegidos y beneficiados por esta. La igualdad entre hombre y mujeres es promovida y respetada. Por lo tanto, hombres y mujeres tienen el mismo derecho de ejercer el oficio o la profesión de su elección. Canadá no consiente ni permite prácticas culturales bárbaras, como la violencia conyugal, los llamados “crímenes de honor”, la mutilación genital femenina o cualquier otro tipo de violencia de género. Los culpables de estos delitos se castigan severamente en Canadá.

• Libertad de culto y Estado laico
La sociedad canadiense es pluralista, respetuosa de la libertad de conciencia y de culto. Prácticamente todas las religiones están representadas en Canadá. La Carta Canadiense de Derechos y Libertades protege la libertad de culto. También significa que los ciudadanos deben mostrar respeto hacia las creencias de los demás. El Estado y sus instituciones, sin embargo, son laicos, incluido el sistema escolar público. Se garantiza así que las decisiones del colectivo se tomen en función del bien común y no de una elección religiosa.

• La colaboración social, la paz y la libertad
La paz social es muy apreciada en Canadá. Se espera que sus ciudadanos resuelvan sus problemas o divergencias dentro del marco de la tolerancia y el respeto mutuo, valorando y promoviendo la paz. Por lo tanto, la colaboración se estimula permanentemente y la negociación se practica como una vía para lograr los acuerdos sociales. En Canadá las personas viven de manera libre, en la medida en que este privilegio no entre en conflicto con la manera de vivir de los otros ni quebrante la ley. Los derechos y libertades de la persona se ejercen en un marco de respeto por los derechos y libertades de los demás y por el bienestar común. Está prohibido el uso de la violencia.

• La democracia
El sistema político canadiense se basa en la libertad de expresión y el derecho a la igualdad de las personas, así como en la participación de los ciudadanos en asociaciones, partidos políticos e instancias administrativas. Los ciudadanos pueden presentarse como candidatos a una elección y tienen derecho a voto. Eligen a sus representantes en todos los órdenes gubernamentales.

• El cuidado del medioambiente
Los canadienses cuidan celosamente el medioambiente y son particularmente conscientes de la necesidad de proteger los recursos naturales para las generaciones futuras. Creen firmemente en que el crecimiento económico debe respetar las leyes medioambientales por el bien de la sociedad.
Los ciudadanos frecuentemente se implican en actividades ecologistas como programas de reciclaje, el cuidado de parques y espacios verdes públicos, la protección de los animales y el control del consumo.
La utilización de la bicicleta y del transporte público y comunitario constituye un hábito bien extendido en la población. Para ahorrar combustible y reducir la contaminación, muchos ciudadanos prefieren participar en los programas de transporte particular compartido antes que comprar un vehículo. Cuando la distancia lo justifica, caminar es otra opción muy empleada por los canadienses para contribuir activamente con el cuidado del medioambiente.
El modo de ser canadiense
¿Existe un típico canadiense? Resulta difícil responder. Hay muchas influencias culturales en la idiosincrasia canadiense, principalmente de Francia y del Reino Unido, pero también del vecino y socio comercial Estados Unidos.
En consecuencia, es ardua la tarea de perfilar un canadiense que represente cabalmente a su país. En términos generales, se les tipifica como generosos, pacíficos, compasivos, honestos y amistosos.
En los espacios laborales canadienses se encuentran personas procedentes de variados contextos culturales, diferentes por su edad, sexo, etnia, educación o idioma materno. Esto se explica porque Canadá es una nación predominantemente multicultural donde la gente proviene de variadas condiciones de vida y cultura y trabaja como equipo. En consecuencia, para muchos la conducta pública canadiense resulta más conservadora que aquella a la que ellos están acostumbrados, mientras que otros grupos pudieran tildarla de más liberal que la suya. Así se comprende cómo innumerables visitantes califican a los canadienses como impersonales y secos; en tanto, otros los consideran muy amistosos.
También hay que resaltar que las normas sociales – regidas por el uso y no por la ley – regulan muchos tipos de comportamientos en Canadá y algunas tradiciones definitivamente se imponen. Pese a ello, la mayor parte de los canadienses comparten algunas características culturales.

• Patriotismo y fuerte conciencia de diferenciación nacional
Los canadienses son nacionalistas. Profesan amor por la patria y los símbolos del país, están orgullos de sus sistemas educativo y de salud, universales y gratuitos, y admiran los principios democráticos y de tolerancia y respeto por la diversidad que caracterizan la sociedad canadiense. Expresan libremente estos sentimientos portando con orgullo los estandartes de la nación. Cuando viajan cuelgan en maletas y mochilas la bandera canadiense y muchas veces lucen gorras o franelas con los símbolos patrios, como la flor de arce, el castor o las insignias de los equipos de hockey.
Los canadienses son muy susceptibles ante el hecho de que se confunda su país con los Estados Unidos. Por esa razón, hay que ser muy cuidadoso con esto, en especial si se viene de una nación diferente de los Estados Unidos porque el acento canadiense (cuando se habla inglés) es difícil de distinguir, aunque resulta absolutamente perceptible para los residentes estadounidenses y canadienses. Tampoco conviene referirse a los Estados Unidos como América, que es el nombre del continente del cual Canadá es el país más grande.
Esta innegable conciencia del lugar de Canadá en Norteamérica, no debe confundirse con odio o rechazo hacia los Estados Unidos. Los canadienses aprecian a sus vecinos. De hecho, consumen los productos culturales de Estados Unidos, vacacionan frecuentemente en ese país, especialmente en la costa este, Florida y California, y a menudo establecen amistad con los estadounidenses.
Por otra parte, Canadá para los británicos es notablemente más británica que los Estados Unidos. En efecto, las diferencias lingüísticas entre Canadá y el Reino Unido son menores, el sistema de medidas usado en ambos países es el métrico y la Reina de Inglaterra (también reina de Canadá) aparece en la moneda canadiense.
Los canadienses se esmeran por desmitificar los estereotipos típicos de su gentilicio, como que pronuncian frecuentemente la vocal inglesa “ou” como si fuera “oo”, diciendo “aboot” en lugar de “about”; que viven en un clima gélido permanentemente; que suelen ser demasiado amables; que todos juegan bien el hockey; o que conforman una nación militarmente débil.

• Equilibrio entre la formalidad y la informalidad
En términos generales, los canadienses se saludan con sencillez: una sonrisa, una inclinación de cabeza, una breve frase. Cuando son presentados, suelen estrechar la mano. Asimismo, aunque no gesticulan mucho con las manos, no se censura un leve toque en el hombro o en el codo del interlocutor durante una conversación; aunque casi desaparecen los besos y abrazos cuando saludan a sus amigos. La excepción, sin embargo, se presenta en la provincia de Quebec, donde se conserva la tradición francesa de dar un ‘”doble beso”, uno en cada mejilla, a manera de saludo amistoso o familiar.
Valoran el contacto visual directo durante las conversaciones, pero evitan mirar directamente a los ojos a extraños, en los servicios de transporte público o en presencia de grandes grupos de personas. Se comportan, en general, con absoluta informalidad en el hogar, hasta el punto de que algunas familias no se detienen en saludos y cumplidos y no se emocionan abiertamente cuando alguien llega a sus casas o sale de ellas.
Con frecuencia, en la oficina son bastante informales y la mayoría de los empleados se llaman unos a otros por sus primeros nombres, a pesar de que las relaciones con los supervisores, con quienes hay que mostrar un alto nivel de profesionalismo, son más formales. También diferencian muy bien los asuntos personales y familiares de los propios del trabajo o del negocio y el entorno donde se tratan unos y otros.

• La puntualidad
Factor clave de la vida canadiense. Siempre se debe llegar a tiempo a la escuela, al trabajo y a cualquier reunión, a pesar del mal clima o de los problemas de tránsito. Los impuntuales se arriesgan a ser despedidos de sus empleos o suspendidos de las escuelas. En efecto, la puntualidad causa una magnífica impresión.
Como norma tácita, los canadienses aguardan como máximo de 10 ó 15 minutos por alguien con quien concertaron una cita. Cuando se recibe una invitación a casa de amigos, para una velada familiar, un concierto o reunión fuera del trabajo, los anfitriones esperan que sus invitados lleguen, como muy tarde, dentro de la media hora que sigue a la pautada.

• Igualdad, apertura y tolerancia
Canadá disfruta de una sociedad abierta y relativamente libre de distinciones de clases. Sus nacionales, en general, testimonian y practican la creencia de que todos los pueblos tienen los mismos derechos y merecen respeto, sin importar su sexo, raza, religión o cultura. Por eso resienten los comentarios que demuestran menosprecio por alguien tan solo por un rasgo particular.
Por ser una sociedad multicultural que ha fomentado durante siglos la inmigración, los canadienses se caracterizan por su apertura y tolerancia. De hecho, especialmente en las ciudades más grandes, los asuntos de género son, probablemente, más tolerados, por ejemplo: el respeto a los derechos de las parejas del mismo sexo o la celebración con ellas del Día del Orgullo Homosexual (Pride Day), el primer fin de semana del mes de julio.
En la vida familiar, debido a que el padre y la madre trabajan fuera de la casa, ambos se consideran iguales y comparten las tareas de comprar, cocinar, limpiar la casa y cuidar a los niños. Los canadienses también estimulan a mujeres y hombres a incursionar en profesiones y oficios no tradicionales.
Un número elevado de estos nacionales se declaran católicos o protestantes, mas conviven con otros grupos religiosos con el mayor respeto.
Hay un alto grado de cortesía en los lugares de trabajo y a nadie se le hace sentir inferior por el tipo de labor que hace o por la paga más baja que recibe. A lo anterior se agrega que un individuo miembro de una minoría étnica recibirá los mismos servicios de las oficinas públicas, bancos, hospitales e instituciones educacionales, tal como los descendientes europeos, y existen vías para denunciar el abuso o discriminación, si esto llegara a ocurrir.
En lo referente a la autoridad ejercida por una persona, hay que entender que la gente no tiene esa potestad solo por su nombre, estatus, clase social o sexo, sino que se relaciona con su posición y responsabilidad. En este sentido, las mujeres ocupan las mismas posiciones que los hombres y ejercen la misma clase de autoridad. De allí que el soborno y otras formas de corrupción son ilegales y ofenden a la mayoría de los canadienses, quienes demandan siempre honestidad e imparcialidad de sus funcionarios públicos.

• Respeto, protección y conservación del ambiente y de la salud en general
Los canadienses respetan el medio ambiente natural y exigen que todos eviten dejar basura (papel de desecho y otros desperdicios) en la calle o lanzarla desde los carros. Lo correcto es que cada quien conserve su basura hasta el momento en que encuentre el recipiente apropiado para botarla.
Preocupados, además, por la salud de los ciudadanos, la seguridad en general y la preservación del medio ambiente, el hábito de fumar se ha vuelto cada vez más impopular y no se permite en la mayor parte de los edificios federales, ascensores, aerolíneas, buses y otros medios del transporte público. Tampoco, en muchos bancos, tiendas, restaurantes y otros sitios públicos. Por añadidura, muchas familias no lo autorizan en sus hogares y, si sus miembros no fuman, pudieran pedirle a un fumador que salga de la casa para hacerlo.
Aunque no es obligatorio, muchos empleadores prefieren que los trabajadores mantengan hábitos saludables (no fumar y practicar deportes o alguna forma de ejercicio, por ejemplo) y ofrezcan una apariencia profesional aseada y arreglada, con un vestuario formal, acorde con el lugar de trabajo. Sin embargo, se exhorta a los empleados a no usar perfumes ni fragancias fuertes que puedan perturbar a sus colegas.

• Tendencia al individualismo y a una conducta distintiva y competitiva
Ciertamente se inclinan hacia el pensar y obrar con independencia de los demás, o sin sujetarse a normas generales y, en el lugar de trabajo, favorecen, a menudo, la conducta competitiva, la cual se espera también en las diversas actividades de la vida diaria. Los canadienses tienden a evaluar objetividad y capacidad de análisis, buscan resultados en todos los miembros de un equipo y aprecian, sobre los estilos autoritarios, la responsabilidad, accesibilidad y habilidad para resolver problemas, así como la capacidad de tomar la iniciativa y las propias decisiones con base en la política de la compañía, de trabajar independientemente con supervisión mínima y la habilidad de hacerlo bajo presión.
No obstante, del mismo modo, quieren que sus empleados trabajen en forma cooperativa dentro de un ambiente de equipo, sigan las directrices de sus supervisores, respeten los canales propios de autoridad dentro de la organización, expresen sus opiniones y ofrezcan sugerencias.
Además, Canadá es una nación donde la originalidad y el trabajo esforzado y perseverante son cualidades muy estimadas en todas partes. En efecto, para algunos entendidos, una combinación de nivel de educación, experiencia, trabajo duro y carisma constituye la clave del éxito para la mayor parte de los empleados.

• Aferramiento al orden y a la ley
Los canadienses cumplen con sus obligaciones y respetan las libertades individuales. Al mismo tiempo, esperan lo mismo de visitantes y residentes extranjeros. Por ejemplo, la gente hace filas para ser atendidos en una gran variedad de servicios (bancos, tiendas, trámites ante organismos públicos). De modo que se respeta celosamente le principio según el cual se atiende primero a quien llegó primero; pueden incluso enojarse si alguien no aguarda su turno y pretende adelantarse impropiamente.
Los canadienses normalmente conocen y están conscientes de las leyes que rigen el manejo de vehículos, lo referente a la seguridad del chofer, pasajeros e infantes, los derechos y protección de los menores, la ingestión de alcohol y drogas, el maltrato doméstico, la interacción con la autoridad y oficiales públicos y policiales, entre otras.

• Cultura de servicio
Canadá es una sociedad de servicio y consumo, pero se diferencia de la sociedad estadounidense. Por cuanto las tiendas compiten unas con otras para atraer clientes, para un canadiense es sabio chequear y comparar precios en los diferentes establecimientos antes de comprar. No es común en Canadá regatear por un precio mejor, aunque casi todo el mundo pide rebaja cuando adquiere artículos costosos como una casa.
La sociedad canadiense es una sociedad norteamericana, por lo tanto es una sociedad con cultura de servicio y esmerada atención al cliente. Aun, si quien lo atiende en un local comercial no recibe comisiones ni propinas, le dará un trato cordial y lo ayudará a encontrar el servicio o el producto que necesita. En Canadá al cliente le asiste siempre la razón y está muy mal visto llevarle la contraria.
Muchos locales comerciales abren hasta el domingo y existen tiendas que operan las 24 horas del día, como tiendas de conveniencia, algunos restaurantes de comida rápida y farmacias. Sin embargo, la mayoría de los comercios cierra temprano (entre las 5 de la tarde y máximo 9 de la noche) ya que el tiempo de descanso es respetado como una prioridad.
En Canadá, un artículo puede ser devuelto sin ningún problema mientras se conserve la factura de su compra.

• Sentido del humor
El humor ha sido, desde hace mucho tiempo, un rasgo distintivo de la cultura canadiense. Se extiende más allá del ámbito normal de las artes creativas hasta abarcar la vida diaria. Es incluso aceptado en lugares donde el humor no se encuentra comúnmente. Sin embargo, es un humor muy distinto al de los países hispanos, por lo que puede tomar tiempo llegar a entenderlo y adaptarse.
A menudo, le humor canadiense se basa en bromas que parecen burlas de la propia idiosincrasia. Por ejemplo, las comparaciones culturales con Estados Unidos pueden ser una fuente de humor.
Destaca el famoso festival “Just for laughs” (“Juste pour rire” se le llama en francés en la provincia de Quebec) que se realiza todos los años y celebra el particular humor de los canadienses.

• Gusto por el hockey
Hay una idea compartida por todos los canadienses: el hockey sobre hielo es el deporte nacional.
Fue desarrollado en Canadá en el siglo XIX y desde entonces ocupa un lugar privilegiado en el gusto colectivo. Los jugadores destacados pasan a ser verdaderos héroes nacionales, queridos y admirados por los aficionados. La membresía a un equipo es una verdadera pasión que se mezcla con los sentimientos regionalistas. Los espectadores asisten a los partidos locales portando con orgullo los colores y símbolos de los equipos. Desde temprana edad, los niños reúnen las tarjetas de los jugadores de hockey y las colecciones se guardan como auténticos tesoros que se heredan durante generaciones.
Muchos jóvenes juegan hockey en la escuela, en las ligas de menores o en las calles silenciosas. Existen también ligas femeninas, cada vez más generalizadas, sobre todo en la escuela primaria. Sin embargo, se trata de un deporte costoso, que exige excelentes condiciones físicas y muchas horas de entrenamiento. Por lo tanto, es falsa la idea, más o menos difundida, de que todos los canadienses juegan hockey. Lo más seguro es que disfruten el juego como espectadores, desde las gradas o en la comodidad del hogar mediante la transmisión televisiva.

• Nación bilingüe
Canadá es oficialmente un país bilingüe inglés-francés. Sin embargo, solo el 18% de sus ciudadanos se considera verdaderamente “bilingüe”.
El bilingüismo se restringe principalmente a Quebec, la provincia oficialmente francófona de Canadá, donde un número significativo de la población habla los dos idiomas, principalmente en la ciudad de Montreal. Destaca también Nuevo Brunswick, la única provincia oficialmente bilingüe de Canadá.
En todos los sitios públicos y entes gubernamentales, las señalizaciones e informaciones están presentes en ambos idiomas. Para ser funcionario público gubernamental, es imprescindible dominar tanto el inglés como el francés.
Para ser ciudadano canadiense debe dominarse alguno de los dos idiomas oficiales y es necesario que el candidato lo demuestre presentando certificaciones lingüísticas reconocidas.
Desde 1970, Canadá es un miembro activo de La Francofonía, una organización internacional que agrupa a 70 estados y gobiernos que comparten el uso de la lengua francesa y reconocen la importancia de promover iniciativas para el resguardo y la promoción del idioma francés.
La Francofonía resulta un foro multilateral para la cooperación y el diálogo de los países francófonos. Funciona, además, como un espacio para promover valores que son de importancia capital para los asociados, tales como la paz, el fortalecimiento de la democracia, el respeto de los derechos humanos, el desarrollo sostenible y el respeto por la diversidad lingüística y cultural.
Canadá tiene la condición de miembro de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF), junto con las provincias de Quebec y New Brunswick que son reconocidas como gobiernos participantes.
Las banderas de Canadá, Quebec y New Brunswick representan oficialmente al pueblo canadiense en La Francofonía.



La gastronomía canadiense es muy variada e incluye platos únicos que no encontrarás en ningún otro país. Seguramente habrás oído hablar de productos famosos de Canadá como el jarabe de arce, pero a partir de aquí hay una larga lista de platos típicos deliciosos que te sorprenderán. Lo bonito de la gastronomía canadiense es que es fiel a sus orígenes, a la vez que es innovadora; combina la base de la cocina tradicional aborigen con comida típica de sus raíces inglesas y francesas, las cuales han influenciado a las diversas comunidades del país de distintas maneras.
Estas variaciones hacen que la comida canadiense tenga un carácter único e imposible de disfrutar igual fuera de Canadá. La gastronomía canadiense aborigen está basada en ciertas carnes que más adelante nombraremos, el pescado y la verdura, y es recomendada por sus valores saludables, como su bajo contenido en grasas saturadas, principalmente por la verdura, claro. Además, la comida canadiense está altamente recomendada para reducir el riesgo de diabetes, cáncer y enfermedades del corazón, ¡además del hecho de que es muy sabrosa!

¿Qué destaca de la gastronomía canadiense?
Como ya sabemos, la gastronomía canadiense abarca una variedad de recetas. Según la región del país que visites, descubrirás que cada uno se enorgullece de algún plato o producto en concreto. Por ejemplo, en Quebec destaca la producción de una amplia variedad de quesos, además de sus sidras, vinos y cervezas, mientras que en Alberta, al otro extremo del país, se puede encontrar las mejores frutas y verduras del país. Vamos a repasar ahora lo más afamado entre los productos y platos típicos de la comida canadiense.

Jarabe de arce (mayple syrup)
Tenía que estar en la cima de la lista, no solo porque es tan dulce y delicioso sobre los panqueques y gofres sino también por su fama. Su nombre se debe a que el jarabe proviene del árbol de arce (Mayple tree), y es la hoja del arce la que distingue a la bandera canadiense. Casi el 80% del jarabe de arce se produce en Quebec.

Poutine
No solo resulta raro el nombre sino también su contenido. Está compuesto por patatas fritas cubiertas de queso y bañadas en «gravy» (una salsa típica). Se dice que este plato apareció por primera vez en Quebec en los años 50. También existen variaciones de este plato; algunas incorporan componentes extraños como langosta o incluso rosquillas. Solo hay una manera de comprobar si está bueno así o no…

Salmón
Al estar rodeado de tanta costa, no es de sorprender que el pescado que se incorpora a la gastronomía de este país sea verdaderamente espectacular. Y dentro de todas las especies, el salmón tiene que llevarse el primer premio. El mejor salmón proviene del Pacífico, en la Columbia Británica. No tiene el mismo sabor que el salmón del Atlántico y se encuentra en pescaderías de todo el país.

Pizza de sushi
Sí, lo has leído bien. En Canadá están locos por la pizza y el sushi así que, ¿por qué no combinarlos? O al menos, así lo pensó alguien en Toronto, donde hay un gran número de restaurantes que lo ofrecen.

Barras de Nanaimo (Nanaimo Bars)
Te presentamos esta opción para que también veas algunos platos típicos en los postres de la gastronomía canadiense. Estas deliciosas barras se produjeron por primera vez en Nanaimo, en la Columbia Británica, y la receta típica consiste en nueces, vainilla, coco y chocolate. También pueden incluir crema de cacahuete, otro producto muy usado en la comida de Canadá, aunque el país no puede presumir de crear este producto.

Arándanos (Blueberries)
Probablemente no habrías pensado que esta fruta estaría en esta lista, pero la verdad es que Canadá es el país que más arándanos produce y exporta en el mundo, principalmente en Quebec y en las provincias en la costa Atlántica.

Tartas de mantequilla (butter tarts)
Para acabar esta lista con los platos típicos que destacan entre la gran gastronomía canadiense, queríamos describir uno de los postres más populares en las casas de Canadá. Está hecho con huevos, mantequilla, azúcar y, por supuesto, jarabe de arce. También se le suelen incorporar algunas nueces y pasas a la hora de prepararlo. Si lo pruebas, verás por qué es digno de redondear esta lista.


El proceso separatista en Quebec hundió la economía de la zona
El PIB quebequés no sigue el ritmo del resto de Canadá, mientras cae la población más productiva. Las empresas más relevantes y los bancos salieron de Quebec ante el primer referéndum.
El ejemplo de movimiento soberanista en Quebec, tan valorado por los separatistas catalanes, tiene una cara menos positiva: el paulatino deterioro económico de la región canadiense. De 1981 a 2006, el PIB quebequés creció un 2,3 por ciento de media, frente al 3 por ciento en el resto de Canadá. Esa brecha de crecimiento, prolongada a lo largo de tres décadas, supuso que el aumento de la riqueza rubricara un 76,6 por ciento en Quebec, frente al 109,9 por ciento en el resto del país, según un informe del Instituto Económico de Montreal.
Ahora mismo, el canadiense medio es 6.000 dólares (unos 5.400 euros) más rico que su equivalente quebequés. Las provincias más pobladas y ricas (Alberta, Ontario, Columbia Británica) contemplan desde la distancia a sus antaño prósperos vecinos quebequeses, y no sorprende percibir un cambio en la conciencia colectiva quebequesa.
En 1976, el independentista Partido Quebequés (PQ) ganó las elecciones y situó a su líder como primer ministro de la provincia. Hubo dos referendos de independencia: en 1980 y 1995. La secesión perdió en ambos casos, aunque en el segundo por un margen muy estrecho. Desde el mismo día en que se comenzó a hablar de independencia, la provincia canadiense ha venido sufriendo un prolongado declive económico y demográfico. El primer puesto de Cataluña a principio del proceso autonómico en cuanto a riqueza también pertenece al pasado.
Aquellos que ansían la independencia tienden a ignorar ese negativo impacto económico. Es, sin embargo, incuestionable que la incertidumbre de los acontecimientos políticos ha tenido claras repercusiones económicas. Por lo pronto, existe un efecto en los mercados financieros con subidas de los tipos de interés para financiar la deuda pública. Durante las últimas elecciones provinciales, cuando parecía que el PQ podría formar Gobierno y pedir un tercer referéndum, los bonos de la provincia se dispararon por encima de los de la vecina Ontario, sobrecoste que se redujo pocos meses después de los comicios. La incertidumbre afecta asimismo a la bolsa y las acciones de las empresas. Según los especialistas, el referéndum de 1995 perjudicó en especial a las empresas basadas en Quebec.

Huida de bancos y empresas
La banca española ha advertido de que podría abandonar Cataluña en caso de secesión. En Quebec ya ocurrió ante la sola amenaza de independencia. Tras la victoria del PQ en 1976, los principales bancos canadienses trasladaron sus sedes de Montreal, centro financiero de Quebec, a Toronto. Nunca volvieron. Incluso el Banco de Montreal tiene hoy día, de facto, su cuartel general en Toronto, y no en la ciudad que le da nombre, pese a estar registrado allí.
Algo similar ocurrió con empresas y multinacionales. Según un informe del Instituto Económico de Montreal, entre 1978 y 1981 (con el anuncio del primero de los referendos), se marcharon 30 de las mayores empresas canadienses. Literalmente, abandonaron Quebec. Con todo, Toronto, la capital de Ontario, se ha consolidado como centro económico y financiero de Canadá. Hoy se piensa en privatizar muchas de las empresas que se quedaron, siendo un tabú el ramo de energía hidroeléctrica. Si la privatización de la industria pública más importante de Quebec tiene lugar, se interpretará como una seria llamada de atención a los movimientos cuyo objetivo es hacer de Quebec un Estado-nación. Con ello se daría a entender que el sueño de la independencia de Quebec ha permitido una mala gestión económica durante años.

El problema demográfico
En 1951, Quebec albergaba el 28,9 por ciento de la población canadiense. El porcentaje ha caído al 23,6, destacando negativamente el éxodo de jóvenes hacia otras provincias del país del que se quieren separar. De hecho, entre 1981 y 2006, la población menor de 15 años cayó un 12 por ciento en Quebec, mientras crecía un 7 en el resto del país. El rango de población más productivo (entre 16 y 40 años) apenas crecía un 17 por ciento en esos 25 años, según el Instituto Económico de Montreal, frente a un incremento del 40 en el resto de Canadá.
Desde los años 70, el número de personas que han emigrado rebasa el medio millón, destacando, además, el envejecimiento poblacional, que empeora el problema de la deuda: más pensiones y más Sanidad con menos cotizantes.
Las dos grandes áreas metropolitanas, Toronto y Montreal, tenían en 1976 aproximadamente el mismo número de habitantes. Pero mientras la primera ha más que duplicado su número, Montreal apenas ha crecido un 30 por cien. Conviene recordar que Canadá es un país forjado en la inmigración (10 por ciento). Si bien es cierto que el llamado "voto étnico" se ha diversificado y el PQ cuenta con inmigrantes en sus filas, la mayoría de ellos siguen sintiéndose tanto quebequeses como canadienses y por tanto contrarios a la secesión.

Quebec es la única región con mayoría francófona (81 por cien) y es una de las dos provincias canadienses de población mayoritariamente católica. La religión ha dejado de desempeñar un papel determinante en la disputa nacionalista.


Las claves de CETA, el acuerdo comercial UE-Canadá que la pequeña Valonia vetó por unos días
Conocido como el «hermano pequeño del TTIP» (el tratado que negocia la UE con EE.UU.), la comisaria europea de Comercio ha pedido diferenciarlos, alegando que el de Canadá es el «mejor» pacto comercial logrado por la UE
Valonia contra la globalización. Así podía titularse el «desafío» liderado durante varios días por la parte francófona de Bélgica contra el acuerdo de libre comercio Canadá-UE (CETA). «El gobierno federal, la comunidad alemana y la flandesa dijeron sí. Valonia, el gobierno de la ciudad de Bruselas y la comunidad francesa dijeron no», explicó hace unos días el primer ministro belga Claude Michel. Pasadas las tensiones, las autoridades belgas han llegado este jueves a un consenso sobre el tratado, una hora después de que Bruselas anunciara la suspensión de la cumbre para firmar el documento con el país norteamericano.
Negociado durante varios horas, el nuevo compromiso de Bélgica sobre CETA, que debería permitir a la UE de firmar al fin este tratado de librecambio con Canadá, contiene esencialmente precisiones sobre tribunales de arbitraje. Conocido como el «hermano pequeño del TTIP» (el tratado que negocia la UE con EE.UU.), la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, ha pedido diferenciarlos, alegando que el CETA, que se lleva negociando desde hace siete años, es el «mejor» pacto comercial logrado por la UE. «El CETA es el CETA. No es el TTIP», puntualizó. Según la comisaria europea de Comercio, este tratado traerá «oportunidades económicas» con efecto inmediato como puede ser la abolición de más del 98 % de los aranceles entre las dos partes, que cuestan unos 400 millones de euros al año.

¿Qué ha cambiado para desbloquear el acuerdo?
Informa Enrique Serbeto, corresponsal de ABC en Bruselas, que Valonia ha conseguido con las presiones una cláusula para pedir al Tribunal de Justicia de la UE que verifique que el sistema de arbitrajes privados previsto por el CETA para resolver litigios entre inversores y Estados es compatible con los tratados europeos. Además, una «cláusula regional» de salvaguarda que Bélgica podrá activar «en caso de desequilibrio en el mercado» agrícola y la reafirmación de que la legislación europea en materia de Organismo Genéticamente Modificado (OGM) no se ve afectada. Sin embargo los compromisos añadidos solo afectarán a Bélgica. El contenido del tratado no se ha modificado porque eso significaría reabrir las negociaciones con Canadá y a su vez con los demás países miembros.

-¿Cuáles son los próximos pasos?
Si el viernes a medianoche ningún país se ha manifestado en contra de lo que se ha acordado en Bélgica, el acuerdo y sus anexos se darán por aprobados. Se convocará entonces una cumbre UE-Canadá para celebrar la firma solemne del CETA.

-¿Cuándo entrará en vigor el tratado CETA?
Canadienses y europeos han acordado que el tratado entrará en vigor provisionalmente en el momento de su firma, aunque legalmente hay que esperar al proceso de ratificación por parte de todos los parlamentos nacionales y del Parlamento Europeo y, por supuesto, el Parlamento canadiense.

-¿Puede afectar este incidente a los futuros acuerdos?
El único al que puede afectar de forma significativa es el que se negocia con Estados Unidos (TTIP) porque contiene puntos similares, en especial el mecanismo de resolución de conflictos.

Las claves de CETA
El apartado de «preguntas y respuestas» de la Comisión Europea, que resume en pocos puntos el texto de 1600 páginas y 13 capítulos, apunta que CETA es el primer acuerdo comercial entre la UE y una gran economía mundial, así como el acuerdo comercial bilateral de mayor alcance negociado hasta la fecha. El tratado abarca una amplia gama de cuestiones a nivel federal y provincial canadiense que afectan a las exportaciones europeas de bienes y servicios a Canadá.
También, según el texto, hace que sea más fácil invertir y crear un entorno empresarial más previsible. Una vez que entre en vigor, se espera que el acuerdo facilite la exportación y la inversión de la UE para hacer negocios en Canadá. Esto hará que sea más fácil vender bienes y prestar servicios al otro lado del Atlántico, y supuestamente creará más puestos de trabajo seguros en Europa.
-Eliminará casi todos los derechos de importación, lo que supondrá para los exportadores europeos un ahorro de cerca de 500 millones de euros al año.
-Permitirá a las empresas de la UE presentarse a licitaciones en Canadá.
-Permitirá a las empresas de la UE acceder a los mercados de servicios y de inversión de Canadá.
-Facilitará los desplazamientos temporales de ejecutivos de empresas y proveedores de servicios entre la UE y Canadá.
-Permitirá a los arquitectos, ingenieros y contables europeos prestar servicios en Canadá.
-Contribuirá a acabar con las reproducciones ilegales de las innovaciones, obras de arte, marcas comerciales y alimentos tradicionales europeos en Canadá.
-Incrementará la cooperación entre los organismos de normalización canadienses y europeos.
El CETA eliminará los impuestos, según Bruselas. Se levantarán la mayoría de ellos tan pronto como el acuerdo entre en vigor. Siete años más tarde, no habrá más derechos de aduana entre la UE y Canadá en cualquiera de los productos industriales. Los importadores de Europa también se beneficiarán ya que el coste de las piezas, componentes y otros insumos bajarán.
El acuerdo comercial UE-Canadá traerá consigo, acorde al texto, nuevas oportunidades para las empresas europeas mediante la creación de acceso al mercado canadiense en sectores clave como:
-Servicios financieros
-Telecomunicaciones
-Energía
-Transporte maritimo
Una eliminación de largo alcance de los derechos de aduana se aplicará también al sector de la agricultura y la alimentación. Casi el 92% de los productos agrícolas y alimentarios de la UE será exportado a Canadá libres de impuestos. Por esto, Bruselas destaca que la supresión de los derechos aduaneros de los productos industriales supondrá un ahorro de 470 millones anuales para estos exportadores europeos y otros 42 millones en bienes agrículas.

Críticas
Hasta aquí la versión oficial, porque los hay muy críticos con el acuerdo, no solo los que se manifestaron ayer ante la sede de la Comisión Europea.
El Consejo de los Canadienses cree, mencionando al acuerdo del Nafta que mantienen con EE.UU. y México, que el CETA provocará una caída del 0,5% del PIB de la UE y el 1% del PIB de Canadá. Más allá de las cifras, las críticas vienen especialmente por el tribunal de inversiones (Investment Court System, ICS), que funcionaría como una corte de arbitraje especial, permitiendo a los inversores extranjeros demandar a los estados sin pasar por los tribunales ordinarios. Los adversarios al acuerdo alegan falta de independencia de este organismo. En un principio, sus miembros iban a ser seleccionados por las multinacionales y el país afectado, según recoge RTVE, pero finalmente serán elegidos por la UE y Canadá.
La Seguridad Alimentaria es otro de los puntos más controvertidos del acuerdo, por la fáctica supresión de las diferencias normativas entre Canadá y la UE que podría poner en peligro las normas europeas de seguridad y de producción alimentaria. Según el presidente del Consejo de los Canadienses, los agricultores europeos tendrán que competir con la industria agrícola canadiense, cuyas normas de seguridad y la protección del bienestar animal son más laxas. «Los agricultores europeos, que han estado luchando contra el desplome de los precios, tendrán que competir también ahora con las importaciones canadienses», aseguran.
Los parlamentarios valones pedían más garantías sobre la posibilidad de que los canadienses vendan en Europa carne de animales hormonados, que están autorizadas en Canadá, pero prohibidas en la UE. Aunque en relación con otros anteriores el CETA (siglas en inglés del pacto) prevé un mecanismo de arbitraje que mejora la defensa de las posiciones de los gobiernos frente a los inversores, se piden garantías en la elección de los funcionarios que ejercerán como jueces.
Para una mayoría de diputados socialistas valones, el acuerdo con Canadá es solamente el caballo de Troya del que se negocia con Estados Unidos, al que también se oponen, de manera que si pueden bloquear el primero, creen que condenarían al fracaso al segundo.